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Entrevista con Pablo Cáncer y Carlos Escorpión, de Enigma!

Entrevista con Pablo Cáncer y Carlos Escorpión, de Enigma!

“Nosotros pertenecemos a una generación combativa, la de finales de los sesenta, principios de los setenta”.

Nota: La siguiente entrevista se realizó en 1991, como parte del programa Fuera de contexto, transmitido por Estéreo Joven, del Instituto Mexicano de la Radio, a propósito del vigésimo aniversario del grupo Enigma! Ha sido rescatada y transcrita con una introducción debido a que contiene testimonios relevantes para entender la historia del rock y el blues en México.

Carlos González Rodríguez, guitarrista y último sobreviviente de los tres hermanos que fundaron Enigma!, falleció a los 73 años el 27 de agosto de 2022. Su deceso conduce a revalorar al grupo capitalino, pieza fundamental en la historia del rock por varias razones. Por haber aportado desde México a la evolución de esta música, un acervo musical original y de extraordinaria calidad, que trata la vida de la gente joven desde una óptica urbana y existencial. Por haber contribuido a preservar dicho acervo mediante la producción discográfica independiente, en una época difícil debido a restricciones políticas, como lo fue el paso de la década de los años setenta a los ochenta. Y por su concepto de imagen, reflejo del interés de la contracultura por la astrología, representado por “Under the Sign of Aquarius”, punta de lanza de su promoción en la radio. La visión de Enigma! se sintetiza en una combinación de energía musical y conciencia social.

Sin embargo, en vista de la relevancia bien ganada por el grupo, resulta ostensible, y lamentable, la ausencia de cobertura periodística respecto al fallecimiento de Carlos. No es la primera vez que ocurren esta clase de omisiones cuando pasan a mejor vida exponentes de la escena roquera nacional. Y tampoco será la última. Aún hay mucho por hacer para bien documentar la historia del rock mexicano, particularmente en lo que respecta a la relación entre generaciones y la transmisión de los legados musicales, temas que son recurrentes en mi trabajo periodístico.

El primer concierto de Enigma! tuvo lugar el 8 de mayo de 1971 en la Universidad Iberoamericana, siendo los fundadores de la banda los hermanos Pablo (voz y requinto), Sergio (bajo) y Carlos González Rodríguez (guitarra), junto con Héctor Zenil Zavala (batería). Unos días antes de que se cumpliera el vigésimo aniversario de esa presentación, tuve una plática con Pablo en la que convinimos recordarla, llevando a cabo una entrevista en las instalaciones de Estéreo Joven, espacio radiofónico que el Instituto Mexicano de la Radio (IMER) dedicaba al rock mexicano, en el que yo producía el programa Fuera de contexto. Para mí era indispensable entrevistarlo porque tenía una incisiva visión del rock como industria y cultura, además era crítico del boom llamado Rock en tu idioma, posturas de claro interés periodístico. A decir verdad, los cuatro integrantes de Enigma! eran igual de lúcidos.

Durante la conversación que tuvimos ─transmitida el 10 de mayo de 1991, aquí reproducida─ y en la cual también participó Carlos, abordamos varios temas, pero los que sirvieron como guía de la misma fueron la evolución musical de Enigma! y la relación habida entre las distintas generaciones de músicos de rock, que yo propuse porque había observado que los roqueros emergentes ─como se les dice ahora─ se estaban dando a conocer como si no hubieran tenido antecedente alguno, negando en los hechos la historia de su propia música.

Enigma! era uno de los pocos grupos de los años setenta que aún estaban activos en los noventa. Tenía en su haber varios elepés y empezaba a ser ubicado como pionero del heavy metal en México, pero en una entrevista previa, Pablo ya me había comentado que no estaba de acuerdo con eso, porque su música venía del subgénero conocido como hard rock, con una carga fuerte de blues, más en la línea de Cream, Deep Purple, Led Zeppelin o Johnny Winter And, que de los metaleros Scorpions o Iron Maiden.

Al sobrevenir el resurgimiento del rock duro en los noventa, Carlos visualizó un retorno a la raíz del rock, el blues: “Los noventa son el fin del siglo XX y creemos que el siglo XXI va a ser influido por la esencia del rocanrol, que es el blues, la música original de donde partió todo, y que será esencial en el siglo que viene”.

De hecho, Enigma! acentúo su vínculo musical con el blues durante su última etapa de vida, con Pablo como elemento destacado en la composición, voz y primera guitarra. Así fue hasta que este visionario músico falleció en 2013.

Por otro lado, lo cierto es que fueron algunos grupos de heavy metal ─Transmetal, Leprosy, Arturo Huízar con Gus Santana─ los que a la postre reivindicaron el valor histórico de la música de Enigma!, en especial el de una de sus piezas más representativas: “The Call of the Woman”, en cuya pesadez ─la del riff de guitarra en particular─ se advierte la influencia de Black Sabbath.

Para que nos formemos una idea más certera acerca de la música de Enigma!, traigo a colación la manera en que Carlos se refirió a la evolución de la misma en aquella entrevista radiofónica: “Nuestra propuesta original se ha perfeccionado con el paso del tiempo. Creo que cuando se escuchan pieza tras pieza nuestras primeras creaciones, lo que hicimos a principios de los setenta, encontramos una constante que seguimos en los ochenta y es la que viene con esta última década del siglo, década finisecular: es la confirmación, inclusive la necesidad, de hacer cada vez más duro, conciso y preciso nuestro sonido”.

Recordemos que Enigma! se formó en 1970 y que su primera presentación ante el público ocurrió en 1971, un año significativo porque fue entonces cuando el rock mexicano experimentó un auge que no volvió a repetirse. Aquella generación de grupos, según comentó Pablo, dejó un importante legado a las posteriores generaciones de músicos de rock: “La calidad musical de los grupos a principios de los setenta era muy fuerte. Muchos podrán afirmar que había una gran similitud con los grupos del extranjero, pero todos empezamos copiando a alguien. A pesar de la influencia, que la había en un cincuenta por ciento, también había originalidad, el otro cincuenta por ciento”.

Para el cantante de Enigma!, la prueba de su comentario es que “el rock de esos tiempos es muy respetado en la actualidad por gente que quiere enterarse de alguna forma de lo que podemos llamar realmente rock mexicano, porque fue entonces cuando comenzó en México el rock original, aunque se cantara en inglés por razones comerciales. Cuando llegó la música disco se perdió mucho de todo ese impulso, y además se paró el movimiento musical a raíz del Festival de Avándaro. Eso no impidió que algunos grupos siguieran trabajando. Claro, la idea global desapareció y en los años ochenta se volvió a empezar”.

Ese “volver a empezar”, coincidieron en opinar Pablo y Carlos, había sido un impedimento para que madurara el rock mexicano. Las experiencias de nuevo cuño estaban ignorando las aportaciones anteriores. “Eso quiere decir ─vaticinaron ambos─ que en los noventa volveremos a empezar”. Aseveración que resultó profética.

Comentaron que lo anterior no ha sucedido con los grupos de Inglaterra o Estados Unidos que han acudido a las fuentes originales para generar una retroalimentación dentro del propio rock. Circunstancia bien comprendida por las bandas que empezaban a sobresalir a principios de los años noventa, como Tesla, Gun N’ Roses o Black Crows, que se refrescaron en la música de Rolling Stones o Led Zeppelin, por ejemplo. Por increíble que parezca, esos planteamientos aún suenan vigentes, a más de 30 años de haber sido difundidos. Los he traído aquí en recuerdo de los hermanos Pablo Cáncer (1948-2013), Sergio Acuario (1950-2017) y Carlos Escorpión (1949-2022).

En 1991, cuando Enigma! celebraba 20 años de existencia, su música maciza representaba la contraparte de la tendencia pop, insulsa y blandengue que dominaba el rock mexicano; pero tocó a Guillotina, bajo la tutela del productor Jack Endino, abrir nuevas posibilidades para el hard rock a partir de 1994, año en que publicó su primer disco.

Tal era una opción que Carlos González Rodríguez ya había vislumbrado en aquella entrevista que tuvimos en Estéreo Joven: “Es importantísimo para los músicos actuales que rescaten las propuestas de los setenta, si es que quieren entender lo que pueden hacer en esta década de los noventa. Es muy importante que eso también se entienda en México, ayudaría al rock a que tome esa forma que nosotros queremos que tome: más fuerte, más consciente”.

¿Qué representa para Enigma! el cumplir 20 años como grupo?

Carlos: Son 20 años de trabajo, ojalá hubieran sido tan intensos como queríamos, pero las circunstancias lo han impedido. Esto no obsta para que después de 20 años, aunque parezca mentira, es como si estuviéramos empezando en cuanto a la vitalidad con la que estamos pensando y actuando. Ya sabemos qué hacer, ya sabemos cómo, nos faltan los medios adecuados, pero ahora estamos logrando lo que no habíamos podido hace mucho tiempo.  

¿En qué consistía la propuesta inicial de Enigma!?

Pablo: La intención era tocar rock original, sobre todo, ya estábamos cansados de tocar covers, que era la moda para todos los grupos en México. Nosotros iniciamos tocando covers de artistas extranjeros, pero los dejamos porque teníamos la inquietud de hacer música original, en español, y en un subgénero que no era muy socorrido en ese esos tiempos, que era el rock duro o hard rock.

Había bandas, grupos con sección de metales, estaban quienes tocaban blues, pero casi no quien intentara el rock duro, en español y original. Esta fue la razón por la que más que nada surgió Enigma!: comunicarnos con la gente con una música que a nosotros nos llenaba, el rock duro, que es nuestra base.

Carlos: Nuestra propuesta original se ha perfeccionado con el paso del tiempo. Creo que cuando se escuchan pieza tras pieza de nuestras primeras creaciones, lo que hicimos a principios de los setenta, encontramos una constante que seguimos en los ochenta y es la que viene con esta última década del siglo, década finisecular: es la confirmación, inclusive la necesidad, de hacer cada vez más duro, conciso y preciso nuestro sonido.

¿Cómo está formado actualmente el grupo, cómo está trabajando?

Pablo: Hemos funcionado como trío desde la década pasada, bajo, batería, guitarra y voz. Trabajar así nos ha ayudado y a la vez nos ha retrasado. Es una ayuda en el sentido de que la libertad de los músicos es más amplia en cuanto hay menos integrantes, tenemos que crear más, tocar más y mejor al ser trío; pero implica un retraso en el aspecto musical o tecnológico el tener una formación de ese tipo. Si nos hubiera gustado tener otro integrante, y estamos pensando incluir una guitarra de acompañamiento como en nuestros inicios, para ampliar la musicalidad del grupo. En estudio es posible hacer doblajes, pero en vivo sí nos hace falta otro elemento. Seguimos como trío porque es difícil encontrar músicos que se adapten al sonido y al estilo de Enigma!

Si bien la fecha de nacimiento de Enigma! es el 8 de mayo de 1971, porque fue cuando se presentaron por primera vez en vivo, en realidad ya venían tocando desde hacía tiempo con el nombre de Las Ventanas.

Pablo: Exactamente, pero era un proyecto totalmente diferente basado en los covers. El grupo Enigma! surge en enero de 1970, que fue cuando tomamos la decisión de enfrascarnos en la creación original. Todo 1970 la pasamos ensayando, encerrados en el garage, preparando el material para no salir a lo loco, y la presentación oficial ante el público fue el 8 de mayo de 1971.

Quieres decir que el paso de Las Ventanas a Enigma! no fue un simple cambio de nombre…

Pablo: Así es, Enigma! es un grupo muy diferente en estilo musical y en estilos personales.

1971 es clave en la historia del rock mexicano porque es un año en el que hay un relativo auge de grupos nacionales en el que el rock cobra importancia como fenómeno cultural y comercial, ¿qué legado dejó ese auge a las nuevas generaciones de músicos de rock? Hablemos desde un punto de vista musical.

Pablo: El legado musical es muy fuerte porque había contacto con músicos extranjeros, era posible más que ahora viajar al exterior para escuchar grupos en concierto. Para los músicos jóvenes, como éramos nosotros en aquellos tiempos, esa circunstancia representaba una gran oportunidad. Ahora vienen a México artistas de primer nivel que obviamente van a dejar enseñanzas, van a motivar a muchos jóvenes a ser músicos y a tratar de ser como ellos.

Nosotros sostenemos que la calidad musical de los grupos a principios de los setenta era muy elevada. Muchos podrán afirmar que había una gran similitud con los grupos del extranjero, pero todos empezamos copiando a alguien. A pesar de la influencia, que la había en un cincuenta por ciento, también había originalidad, el otro cincuenta por ciento. La prueba es que la música de aquellos tiempos es muy respetada hoy en día, es muy buscada por los coleccionistas o por la gente que quiere enterarse acerca de lo que fue el rock mexicano en sus comienzos, lo que podemos llamar realmente rock mexicano, la música original, aunque fuera en inglés, lo que tuvimos que hacer por causas comerciales, lo cual no impedía que la creación fuera poderosa. Todo esto dejó una buena enseñanza para todos los músicos.

El movimiento musical se detuvo a raíz de Avándaro, y cuando llegó la onda de la música disco poco después se perdió ese auge. Hubo grupos que siguieron trabajando, pero la idea global se perdió. En la década de los ochenta volvimos a empezar. Las propuestas de los setenta que eran importantes, frescas, que eran la esperanza de levantar el rock, se perdieron en el camino por my diversas causas. Eso deviene en que incluso en los noventa volvemos a comenzar. Qué bueno que nuevamente hay perspectivas, lo malo es que estamos iniciando casi de cero. Sin embargo, para nosotros toda esa experiencia no está perdida. Hay que seguir trabajando.

Es común que se diga que el estancamiento del rock en la segunda mitad de los años setenta se debió a las consecuencias negativas que tuvo el Festival de Avándaro. ¿Están ustedes de acuerdo con esa idea o hay que analizar otro tipo de factores para entender esa etapa de oscurecimiento que hubo entonces?

Carlos: Avándaro fue todo un acontecimiento de alegría y desparpajo para escuchar rocanrol; lo que sucedió fue que esa deliciosa embriaguez de estar juntos, ese espíritu comunitario, fue lo que menos gustó. El México de los setenta era más persignado que el de ahora. Al parejo de todo eso coinciden ciclos sociales, ciclos políticos, el rocanrol en México no está aislado de la sociedad con toda su complejidad. Esto contribuyó a la muerte por inanición del gremio de los músicos de ese entonces. No quiero sonar petulante, pero los músicos de esa época tuvieron un arranque fenomenal, las bandas con metales, los grupos de blues, de rock ácido o acústico, todos ellos tuvieron un comienzo muy fuerte, pero al menor tropiezo de viraron. Se hundieron en la frustración y dejaron de producir y de pensar.

Dejaron de hacer esa música que se elevó mucho hasta 1972-73, que como decía Pablo, a la fecha es buscada en muchos países del primer mundo ─España, Estados Unidos, Bélgica, Alemania, entre otros─ en los que se interesan por los discos del rock mexicano de los años setenta. Entonces, observas que apenas se están dando cuenta de lo que se hizo en los setenta, de lo fuerte que era el rock mexicano, equiparable a lo que se hacía en la primera división del rock.

Esta propuesta de los setenta es importantísima, hay que rescatarla para lo que se está haciendo ahora en los noventa. El rock en el mundo vuelve a dar la vuelta como en la rueda de la fortuna, y el que está de moda, el que se escucha por parte de los jóvenes que no pasan de los 25 años, es el rock duro. Es muy importante que esto se entienda, los jóvenes están buscando de donde viene el rock.

¿Crees que también se está recuperando el espíritu contestatario, de rebeldía, que tenía el rock en los años sesenta?

Carlos: Yo creo que hay parte de eso, las nuevas generaciones apenas están cobrando consciencia de lo que fueron sus padres, los que fuimos jóvenes en los sesenta y setenta. Una juventud vibrosa, más enérgica está por venir. La juventud busca y crea. Hay una treintena de grupos exitosos en Estados Unidos y en Inglaterra que tocan rocanrol estupendamente, y no pasan de los veinte años. Tocan todo lo que es rocanrol, el blues rock, el boogie, y lo tocan my bien. Quizá con las bases, casi calcas de lo que es Led Zeppelin, pero están tocando algo muy interesante. Este fenómeno nos va a llegar a nosotros, aunque sea con un poco de retraso.

¿Qué grupos les llaman la atención en especial?

Pablo: Guns N´Roses, Black Crows, Tesla, Tora Tora, hay muchos… y respecto a lo que preguntas, es posible que tomen los aspectos formales de este reciclaje, pero incluso así es una ayuda para el rock, para que tome esa forma que queremos que tome, un rock más fuerte y consciente.

Los resurgimientos de los que estamos hablando tienen que ver con la llegada de nuevos aficionados al rock y de músicos que lo están tocando. Ustedes tienen una idea muy particular acerca de cómo van sucediéndose las generaciones, de las conformistas a las combativas.

Carlos: Nosotros pertenecemos a una generación combativa, la de finales de los sesenta, principios de los setenta. Ahora nos está dejando una generación que fue más conformista, quizá suene feo pero la voy a llamar así: son los hijos de los padres que disfrutaron el a go gó en México, en la época del rocanrol intrascendente para México. Sin embargo, estamos visualizando que la generación que viene ahora es la portadora del rescate del rocanrol que en otros tiempos se hizo y que está más de acuerdo con lo que ahora se siente en el mundo actual. Hay una necesidad de revisar lo que está pasando, de plantarse otra vez en la tierra, de dejar de soñar.

Los problemas económicos del mundo actual que son tan fuertes, así como los acontecimientos sociales, no dejan de influir en la juventud. Creemos que va a venir ese cambio para beneficio de México. Ahora, nosotros planteamos esto: los noventa son el fin del siglo XX y creemos que el siglo XXI va a ser influido por la esencia del rocanrol, que es el blues, la música original de donde partió todo, y que será esencial en el siglo que viene. Lo que estamos diciendo trasciende nuestro trabajo personal con Enigma!, pero somos parte de ello y lo proponemos como para jugar con esa apuesta. Quisiéramos que los jóvenes le apostaran a ese tipo de música más fuerte, más consciente, más comprometida con lo que es su época.

Fuera de Contexto, Estéreo Joven 105.7 FM / IMER